Sangre a borbotones nos presenta un escenario ficticio con unos personajes francamente extraños, peculiares, diferentes, y, yo tengo una duda… ¿Por qué? Creéis que si los personajes hubiesen sido todos reales y el escenario fuese un poco más coherente ¿hubiese sido mejor o peor la historia? ¿Tendrá algo que ver que el autor deje libertad para imaginar ciertas cosas? O por lo contrario ¿ Es mejor que el autor marque ciertas pautas a la hora de dejarnos imaginarnos su historia?
El juego de realidad y ficción entrelazados, creo que nos ha gustado a todos el hecho de saber que tienes q ir encontrando piezas para completar el rompecabezas que te plantea el autor es divertido, pensar como es algo antes de leer como te lo plantea el autor me parece interesante, averiguas un poco más sobre la mente del escritor, su forma de ver las cosas en la mayoría de los casos es distinta a como lo vemos nosotros, los lectores.
Sugiero que imaginemos un Madrid aburrido sin nada nuevo, unos personajes totalmente reales sin locuras y un texto normal y corriente, con un lenguaje típico de novelas policiacas, Ahora que hemos imaginado esto ¿Qué creéis? ¿Qué os gusta más, sumergiros en un mundo totalmente distinto al que conocéis y pertenecer a él o seguir con los pies en la tierra?
Sin duda nuestro querido Rafael Reig ha escogido la primera opción y a mi parecer la mejor de estas dos.
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