Carolina se sirvió el café,se sentó en la mesa de la cocina y encendió un cigarrillo, lo único que se movía era el humo azulado sobre su frente de mármol. Debía de ser uno de esos instantes en los la realidad se atenúa y uno se queda inmóvil, en paz por fin, vacío de pensamientos y esperanzas.Todos los tenemos, nos quedamos, no ensimismados,sino mas bien todo lo contrario: desimismados, libres de nosotros mismos.A mí me sobrevienen a veces, sin previo aviso,cuando estoy esperando a que hierva el agua de los espaguetis.Sin embargo,duran tan poco:siempre suena el teléfono , viene una vecina, la cazuela se desborda o hay que ponerse a trabajar.La realidad nos reclama,intempestiva: "El alma vuelve al cuerpo se dirige a los ojos y choca".
O aquí os dejo otros dos mas breves:
Desde luego, había que ver de que cobarde barro estábamos hechos, de cual frágil arcilla nos iban fabricando, uno por uno, troquelados, estarcidos, con una sola plantilla defectuosa,amasadas de la misma materia indecisa que la luz de la tarde o que las despedidas en las estaciones. Así somos:No digo mas.
Abrí el archivador por la "I" de "Inconsolable".Iba siendo hora de tomar una bebida opaca como son nuestros corazones y nuestras esperanzas, que no dejan pasar la luz ni ver mas allá.
Bueno hay os los dejo para que reflexionéis, por si os sentís identificados con alguno de ellos,no digo más,jaja!
Lidia García Delgado. 1º BACHILLER B.
1 comentario:
HAYA por favor!!!!!!!!!!!
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