Las categorías de verdad o mentira, que pueden ser aplicables a la realidad en que vivimos, no son válidas en un entorno de ficción. La ficción puede ser más o menos inverosímil, más o menos realista (si pretende parecerse a la realidad), más o menos fantástica, pero siempre será ficción y por lo tanto algo distinto: un mundo posible que no es el nuestro.
Algunas novelas ofrecen un planteamiento especialmente desconcertante para el lector. Presentan una visión histórica de su mundo posible que corre en paralelo a la historia de nuestra realidad, hasta que al llegar a cierto punto se bifurca y toma una dirección completamente distinta. Por ejemplo, algunas novelas especulan con qué habría pasado si los nazis hubieran ganado la Segunda Guerra Mundial o si los dinosaurios no se hubieran extinguido. Este recurso es frecuente en obras de ciencia-ficción y se conoce con el nombre de ucronía.

La premisa “¿qué pasaría si…?” es uno de los puntos de partida de muchas obras de ficción. En Sangre a borbotones se plantea un mundo posible que en un momento dado de la historia de España toma una dirección divergente. ¿En qué momento tiene lugar esa bifurcación? ¿Qué la provoca y qué consecuencias tiene en el Madrid de la ficción? ¿Qué sensación te ha producido como lector?
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