sábado, 30 de abril de 2011

La forma de contar es esencial (Carmen Fernández)


Una novela puede atraer al lector por su título, por su portada, por la historia que cuenta… y también (o quizás, sobre todo) por la forma en que está contada. Es más, una buena historia se puede ir al traste si el autor no acierta en la forma de contárnosla; y, al contrario, una historia mediocre se salva si la manera de ser narrada atrapa al lectorl. Los condimentos con los que se aliñan los sucesos referidos nos la hacen inolvidable, bien porque veamos la maestría con que el novelista aprovecha técnicas ya utilizadas por otros autores (en este caso, Cervantes, Unamuno… a los que él mismo hace referencia), bien porque sean aportaciones suyas.

Esta obra es un gran filón para que descubráis cuáles son los aditamentos de los que se sirve Rafael Reig para llamar nuestra atención, qué recursos está utilizando para hacer de esta historia algo sorprendente, mágico, ingenioso. Fijémonos, por ejemplo, en el juego de narrador, autor, personajes de ficción que toman vida propia:

¿Qué aporta el hecho de que sea el propio detective el que cuente la historia? ¿Quién es el autor de Sangre a borbotones, Rafael Reig, Luis María Peñuelas que a su vez utiliza el seudónimo de Phil Sparks? ¿Qué ocurre con esos personajes que toman vida propia?

Anotad todo lo que os vaya llamando la atención y, una vez que hayamos descubierto cuáles son esas peculiaridades, podemos establecer un debate sobre si esta novela pasaría la crítica de los gepuntos del Antracita; si se podría incluir en el grupo de literatura exigente o no; si se trata de verdadera literatura o es un simple producto de consumo (leed detenidamente las secuencias en las que se habla de estas cuestinones que os planteo, son importantes)

1 comentario:

MarioM dijo...

¿Me podrías informar acerca del ilustrador de la primera imagen? Me parece excelente su dibujo.
Buen artículo.
Saludos.