En una entrada anterior comentábamos las relaciones existentes entre realidad y ficción subrayando la diferencia entre los dos ámbitos. Sin embargo, en ocasiones la frontera entre ambas puede resultar difusa y muchas obras literarias aprovechan esta circunstancia para plantear juegos literarios. Estos juegos se basan en el salto de esa frontera entre realidad y ficción o entre una ficción y otra que aparezca dentro de ella. Pueden llegar a complicarse mucho, produciendo novelas que tengan estructura de muñeca rusa o de espejo enfrentado a otro espejo. Ese tipo de recurso se conoce también con el nombre de mise en abyme.
Ejemplos de saltos metaliterarios se producen cuando aparecen obras dentro de obras, como en El sueño de una noche de verano o Hamlet de Shakespeare o en la segunda parte del Quijote donde Cervantes introduce la primera parte publicada con anterioridad; también cuando un personaje o un objeto o el propio autor entra o sale de una obra de ficción, como en Niebla de Unamuno o La historia interminable de Michael Ende.
Las obras metaliterarias provocan en el lector una confusión que en ocasiones le lleva a dudar de que es realidad o ficción. Rafael Reig hace referencia en Sangre a borbotones a dos "sectas" metaliterarias: pirandellistas y nivolistas, si quieres averiguar más de ellos puedes seguir los enlaces. Puedes escribir una entrada comentando la obra en que se basan cada una y el juego metaliterario que plantean. ¿Qué ejemplos de situaciones metaliterarias has encontrado en Sangre a Borbotones? ¿Qué te parecen como lector?
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